Damos la palabra a...

En esta sección puedes hablar de lo que te apetezca. Mándanos tu comentario y lo publicaremos lo antes posible.

2 comentarios:

  1. LAURA

    De camino a Alcalá, he oído (y ya de paso escuchado) una conversación entre dos chicos en el tren. Estaban hablando de sus compañeros de la facultad; concretamente de aquellos que dicen que no han estudiado y sacan un notable. Pues bien, uno de ellos ha dicho que él había tenido muchos compañeros 'lumbreras' que, cuando el profesor se aparta de los contenidos e introduce aspectos de vida del empresario/abogado..., no es tan 'lumbreras'. Efectivamente, como alumnos nos damos cuenta de que muchas veces los que obtienen una calificación alta no son necesariamente buenos alumnos, sino que tienen una gran capacidad memorística (supongo que todos hemos sacado alguna vez menos nota, entendiendo e interesándonos la materia, que otro que, sin entenderla ni interesarle, porque se lo ha aprendido de memoria. No digamos cuando, para colmo, obtienen MH). Hasta aquí me identifco con estos alumnos del tre, pero después han hablado del profesor... No he podido escuchar toda la conversación, pero sí que uno de ellos decía que si hoy el profesor les ponía un vídeo le iba a decir que para qué, que eso no es dar clase, que eso no es Grado y que con eso no van a aprobar. Entonces me pregunto, ¿estará el profesor de estos alumnos haciendo una mala práctica (falta de conexión del vídeo con el contenido, empleo excesivo de materiales audiovisuales, etc.) o son los alumnos los que no entienden la práctica del docente?
    Si a nosotros nos cuesta mucho esfuerzo (o al menos a mí) reflexionar y, si lo consideramos oportuno, modificar sobre nuestras concepciones implícitas, ¿cuánto le costará al alumno? Llevamos dos meses de clase y es ahora cuando empiezo a ver las cosas un poco más claras y a entender todo este proceso que no ha hecho más que empezar; ¿el alumno puede perder dos meses en entender qué forma de enseñanza pretende el profesor y cambiar su concepción?
    Me da la sensación (ojalá alguien me diga que estoy equivocada y que se está haciendo) de que se está proponiendo un cambio en el profesorado sin tener en cuenta al alumnado, sin prepararlo para esta nueva forma de enseñar-aprender.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ISABEL

      Laura, me parece muy interesante, como siempre, lo que dices, porque siempre son observaciones finas sobre la realidad. Yo creo verdaderamente que, como hemos leído en algunos de los documentos del máster, lo que sucede es que hay distintos tipos de alumnos, igual que hay tipos de profesores. Hay alumnos dualistas, con un estilo de aprendizaje basado en la reproducción y hay alumnos de otros tipos. Y también hay alumnos (y personas) más arriesgados/decididos y otros menos. Te cuento lo que me ha pasado a mí hoy con los chicos de magisterio. Tengo un tema llamado 'trastornos del lenguaje'. De este tema yo sé muy poco (tendría que hacer 'codos' como nos decía ayer F. Imbernón...), y lo que sé está alejado de lo que yo entiendo que le puede interesar y debe saber un maestro sobre estas cuestiones. Por lo tanto concluyo que es absurdo hacer una clase expositiva, pero es un tema importante para el que no me da tiempo a prepararme mejor. Así que lo que he hecho es ponerles a ellos a trabajar para sí mismos (y si sale bien, para mí). Hemos empezado por escribir en un folio de forma explícita "por qué es este tema importante para ti, como futuro maestro", y luego hemos charlado sobre "conoces casos de personas con trastornos del lenguaje a tu alrededor". Hasta aquí todo bien, mucha participación, mucha concienciación de que es un tema importante para ellos y que se justifica en el programa de la asignatura.
      Entonces llega el problema: les digo que es un tema tan amplio y con tan distintas derivas que todo lo que yo les diga va a ser necesariamente parcial e insuficiente, así que sencillamente hago una presentación general y les hago una propuesta de trabajo: Este tema se va a trabajar mediante una actividad. Hasta aquí todo normal. La cuestión es: LA ACTIVIDAD QUE VOSOTROS QUERÁIS (una que creáis que os va a servir para aprender vosotros, para que aprendan otros, que satisfaga un interés o necesidad que téngaís, etc). Pues bien, en este momento, como es de esperar, se monta el follón padre, y yo aguanto el tipo un par de minutos. Al cabo de los dos minutos les digo que por supuesto no hay que decidirlo en ese momento, que lo más importante es pensar, hablar con el grupo, hablar conmigo y luego ya echarse a la acción. "¿Preguntas?", digo, y se levantan muchas manos. Le doy la palabra a un chico y me dice que en su grupo tienen varios casos de autismo en el entorno personal y escolar cercano, que quieren hacer una web haciendo entrevistas a sus profesores, a logopedas, que pueden poner recursos de aula para otras personas.... Les digo que genial y que luego hablamos. Y le doy la palabra a la siguiente mano alzada que me dice, literalmente "¿Y por qué no nos pones tú una actividad?" Les digo de broma que me quieren hacer trabajar de más, bla bla. y les pregunto que quién mejor que ellos para decidir por dónde quieren ir y luego yo les centro la actividad y les ayudo. Y me dicen "Es que lo que nosotros podamos hacer no va a ser muy interesante". "¿Interesante para quién?" Les he dicho yo... Y aquí todos se han callado un poco. Dos maneras de ser "aprendiz" totalmente diferentes; como lo que has descrito tú en otro ámbito; solo que en este caso todos partían de la base de que trabajar ese tema era interesante y también relevante profesionalmente para ellos.
      En realidad esto no es una respuesta a tu comentario, es un comentario, recién vivido por cierto, porque subo ahora de clase, adicional al tuyo sobre dos tipos de aprendices.

      Eliminar