Sesión
27/11/2012
LAURA
En esta sesión, el Dr. D. F. Imbernón,
de la Universidad de Barcelona, nos ha ofrecido un taller sobre Cómo mejorar las sesiones expositivas, como
complemento a los contenidos del MADU. Los objetivos propuestos en dicho taller
son la mejora de la comunicación con los alumnos, la incorporación de
orientaciones y metodologías con el fin de producir y aprendizaje activo y el
suministro de herramientas para mejorar las sesiones expositivas.
Todo docente debe tener en cuenta los
cuatro pilares básicos que le permiten sintonizar con el grupo. ¿Cómo se
alcanza una relación de sintonía en el aula? Mediante varios factores: teniendo
en cuenta al grupo, cuáles son sus conocimientos previos, sus expectativas,
etc.; poniendo de manifiesto lo que se va a realizar en la sesión y cómo se va
a desarrollar, es decir, ofreciendo al alumnado el esquema de la sesión; otorgando importancia lo que se va a explicar, haciendo patente la razón por
la que es necesario, es decir,
incidiendo en la relación con la vida real; y, por último, pero no por ello
menos importante, prestando atención
a la manera de desarrollar toda la sesión, es decir, atendiendo a la
metodología.
Estos cuatro pilares han de ser
reconocidos no solo por el docente, sino también por el alumnado y ha de
tenerse en cuenta que todos ellos son fundamentales para alcanzar la sintonía;
si alguno de ellos fallara, se habrían de reforzar los demás.
Ahora bien, el esquema, la importancia,
la necesidad y la atención garantizan la sintonía, pero no el éxito del
desarrollo de la sesión expositiva, puesto que intervienen otros factores como
la buena práctica del docente, la motivación del alumno y el empleo de
estrategias, entre otros.
Una buena práctica por parte
del docente consiste en, como ya se ha señalado, estructurar la sesión en entrada –saludos y presentación, desarrollo y salida –calmada y sin mostrar derrota; mostrarse accesible; emplear
adecuadamente el lenguaje corporal (mirar a los ojos, caminar lateralmente por
el aula y no sentarse, evitar tics, no cruzar los brazos ni meter las manos en
los bolsillos…); conectar el contenido con la experiencia del docente y con el
futuro de los alumnos, pero sin excederse y no ser autoritario, entre otras.
Para motivar al alumno -lo que
conecta con el taller de la sesión de la mañana de F. Imbernón- se debe ser
claro y preciso en lo que se va a trabajar, involucrar al alumnado en la
asignatura ofreciéndole las razones por las que se incluye esta en la
programación docente y su vinculación con la práctica, graduar los contenidos, mostrar
confianza, aportar herramientas para que los alumnos sean capaces de trabajar y
reflexionar críticamente, mostrarse
accesible e interesado por los alumnos, emplear recursos variados pero de forma
moderada y establecer bloques de 10-15 minutos a fin de romper con la fatiga. Una
de las tareas fundamentales del docente para motivar al alumnado es conseguir
una retroalimentación o feedback,
pero, en ningún caso, evaluativa, ya que tendría el efecto inverso; la
retroalimentación ha de ser descriptiva y siempre considerarla positiva – aun cuando
parezca imposible, el docente ha de emplear la intervención en beneficio de la
sesión.
Como se puede apreciar, la buena
práctica docente y la motivación del alumno van de la mano y, aunque estas
pautas facilitan la motivación, no la garantizan al 100%, puesto que hay
factores ajenos al propio docente que intervienen. No entramos en el apartado
de las estrategias, puesto que se irá hablando de ellas a lo largo de las
próximas semanas.
A la luz de esta pequeña descripción
del taller, se puede comprobar que los objetivos planteados en él se han
cumplido y, con ellos, las expectativas de los asistentes. Esperemos que,
gracias a estas pautas, podamos mejorar en nuestra práctica docente.
Voy a comentar brevemente qué es lo que he aprendido en la sesión con Paco Imbernón: lo de la salida. Tenía clarísimo lo de la entrada y el desarrollo; sabía - o intuía - que es necesario explicar a los alumnos lo que van a ver en clase para que sepan dónde van a llegar y, por supuesto, el desarrollo; pero nunca había pensado en la salida, casi siempre acababa mis clases diciendo: un minuto más, chicos, y ya me voy, que esto es importante (sí, efectivamente, lo importante justo cuando no lo iban a aprender). Procuraré no hacer ninguna clase más sin una salida.
ResponderEliminarY vosotros, ¿os animáis a decir una cosa - una sola - que hayáis aprendido en esta sesión?
Hola,
ResponderEliminarIncluyo algo que escribimos sobre Paco Imbernón, por si fuera de su interés, (hace casi 2 años en la carrera de Psicopedagogía)
Agradecerle la posibilidad de abrir el Máster:)y aprender con ustedes
http://creciendoenlaentrega.blogspot.com.es/2011/05/en-directo-francisco-imbernon.html
Un saludo cordial